Nicolas Winding Refn y su esteticismo a través de películas como The Neon Demon
- Ángela Souto
- 6 dic 2019
- 6 Min. de lectura
Hoy me gustaría hablaros del director de cine danés Nicolas Winding Refn y de su esteticismo a través de películas como Drive, Only God Forgives o The Neon Demon.
La premisa de las películas, aunque muy interesante, no es lo más llamativo de éstas, sino su estética, mayoritariamente neon-noir, que hace que destaquen en un mercado donde no es tan común encontrarnos con este estilo. El director tiene estrecha relación con el esteticismo, movimiento artístico inglés de finales del siglo XIX basado en la doctrina de que el arte existe para beneficio de la exaltación de la belleza, la que debe ser elevada y priorizada por encima de la moral y de las temáticas sociales y cuyo mayor exponente es el famoso escritor Oscar Wilde. Podríamos así extrapolar este término a la obra de Winding Refn y sobre todo a su último filme, donde culmina este movimiento.
Además, cabe destacar que la violencia está muy presente en las tres cintas, así como en la obra del director, siendo uno de los elementos principales en los que se centra.
Pero, para empezar, ¿qué es el género neon-noir ? El cine neon-noir es una representación contemporánea del cine negro (en francés, film noir) que forma un subconjunto con el género neo-noir (del griego neo, "nuevo", y del francés noir, "negro" es un estilo de cine que utiliza gran parte de los elementos del cine negro pero tratando temas actuales y elementos estéticos que estuvieron ausentes en este género). Tanto el neo-noir como el neon-noir toman su nombre de las películas de cine negro, dramas policíacos de Hollywood con apogeo entre los años 40 y 50. Este género se caracteriza por un aura oscura y siniestra así como por el uso dramático de la iluminación y el juego de sombras. También lo caracterizan las líneas de trama duras y complejas, estereotipos invertidos, la presencia de la delincuencia y la violencia, ángulos de cámara descentrados e inclinados, tomas de paisaje urbano o montajes y una estética onírica.
El cine neon-noir, como el neo-noir, adopta muchas de las mismas características que el film noir al que se remontan. Lo que distingue al neon-noir es, principalmente, el uso altamente estilizado del género de la luz. Las películas neon-noir se caracterizan por su naturaleza hipervisual; utiliza colores vibrantes, iluminación dinámica (artificial) como las luces y colores neón y un estilo cinematográfico altamente diseñado para apuntalar los elementos más sórdidos de las películas noir, especialmente aumentando su estética onírica que parece recién salida de un sueño.
Este estilo se popularizó en los años 70 y 80 por películas como Taxi Driver (1976), Blade Runner (1982) y gracias a directores como David Lynch y sus películas Blue Velvet (1986) o más tarde, Lost Highway (1997).
De la obra de Winding Refn, primero tenemos Drive (2011), protagonizada por Ryan Gosling, donde un misterioso doble de Hollywood y mecánico empieza a trabajar como conductor de huida y se encuentra con una serie de problemas cuando decide ayudar a su vecina.
Drive no entraría dentro del genero neon-noir, sino del neo-noir, pero considero que es relevante en el desarrollo estético del director ya que sembró el camino hacia este género en sus posteriores filmes, culminando con The Neon Demon, donde la estética roba por completo el protagonismo de la película. Pero, sin duda, podemos apreciar matices del género neon-noir en algunas escenas donde las luces o colores lo bañan todo, así como también podemos apreciar las características del género neo-noir, por ejemplo, en el aura sombría de la película. En este filme la trama tiene mucha relevancia y es una de las mejores valoradas por el público, exaltando la fantástica interpretación de Ryan Gosling.
Posterior a Drive está Only God Forgives (2013), también protagonizada por Ryan Gosling. La trama se centra en Julian, un traficante de drogas que prospera en el inframundo criminal de Bangkok y que ve que su vida se complica aún más cuando su madre le obliga a encontrar y matar al responsable de la reciente muerte de su hermano. Aunque la trama es de gran relevancia para el filme, aquí la estética va cobrando más protagonismo. Ya podemos ver más la utilización de luces y colores neón, así como el juego con estas y las sombras, resultando en un aura vibrante y bastante onírica, a lo que se suman diferentes tipos de planos y la simetría. Es una película que combina su contenido altamente violento con una gran belleza visual, resultando en una pieza fuera de lo común.
Y como último, The Neon Demon (2016), protagonizada por Elle Fanning: cuando la aspirante a modelo Jesse se muda a Los Ángeles, su juventud y vitalidad son devoradas por un grupo de mujeres obsesionadas con la belleza y envidiosas del éxito de Jesse que tomarán todos los medios necesarios para conseguir lo que tiene. Jesse se va adentrando cada vez más en el oscuro, cínico y grotesco mundo del modelaje y va descubriendo los tormentos que éste le traen, desencadenando en un extravagante y fatídico final.
Es esta cinta ya podemos observar como tanto los planos como la utilización de las luces, las sombras y los colores están cuidados más al detalle y cobran más protagonismo, dando a veces la sensación de que son estos elementos los verdaderos protagonistas de la película y los personajes son meras herramientas para que la estética lleve a cabo su papel; como si elementos y personajes se intercambiaran los roles.
Hay muchas escenas de luces rojas y oscuras, que transmiten tensión, sensualidad y control. También emplea muchos planos donde la armonía monocromática se rompe por uno o varios colores que contrastan éxitosamente, como por ejemplo el suelo rojo que rompe con el tono blanco de Jesse cuando se cae con las flores. Y es que la estética tan pálida y blanca de la protagonista (ojos claros, pelo calor, piel y tez claras) que hace que parezca una muñeca de porcelana ayuda a crear esa atmósfera tan onírica y se adapta a la perfección a la intención que el director le quiere dar a los colores.
Cabe destacar también la utilización de los espejos y reflejos en la obra del director con los que crea unos planos sublimes y preciosos, a parte del significado que adquieren, más profundo que la simple belleza visual.
Los planos donde predomina el blanco o los colores claros destacan sobre el resto de planos que utilizan colores muy intensos y crean una especia de tranquilidad y paz visual. A parte de paz y tranquilidad, también transmiten inocencia, ya que además suelen acompañar a la protagonista en sus momentos vulnerables.
También es común el uso del azul o colores violetas, que chocan con los planos y escenas donde predomina el rojo. Aunque en algunos planos donde el azul es el protagonista destacan elementos en rojo como el maquillaje de los personajes o la sangre.
La simetría es otro de los elementos que más usa el director en sus planos, consiguiendo, junto a la gama cromática, gran placer visual.
Y por último, los planos más oscuros, donde el fondo suele ser negro y hay un elemento que rompe con esta oscuridad, dotando a la escena de un poco de luz o color.
La última imagen me parece un ejemplo perfecto donde la oscuridad, la luz blanca y el color se combinan para crear armonía visual. La oscuridad que crea el fondo y el vestido de Jesse se rompe gracias a las luces blancas que captan gran parte de la atención visual, así como a la sangre (roja oscura) que se está limpiando la protagonista.
El maquillaje forma parte de la estética visual de la película, donde la purpurina, los brillos y el dorado son protagonistas, con la intervención de colores neón. Elle Fanning sirvió de un perfecto lienzo en blanco para que el género neon-noir y el esteticismo se llevaran a cabo en ella a través del maquillaje.
Podemos ver así una evolución en la estética de la obra de Winding Refn, siempre altamente cuidada y con un gran predominio de la utilización de las luces y colores neón, planos oscuros y claros y la simetría y el balance visual, características que se potencian con cada película, culminando, a mi parecer y como ya dije anteriormente, con The Neon Demon, donde el esteticismo es la clave.
Mucha gente ha criticado la película por su falta de diálogo y la preocupación exagerada por la belleza visual, lo que hace que parezca un anuncio. Pero esta era la intención del director: transmitir el mundo tan cruel que trae consigo la exaltación de la belleza; un mundo horrendo por dentro pero bello por fuera. Y así es la película, con una trama que refleja lo horrible pero visualmente preciosa, donde todos los elementos están altamente cuidados y distribuidos en los planos para que el resultado sea lo más placentero visualmente posible. Por eso creo que el esteticismo casa a la perfección con la evolución de Winding Refn y con esta película. Además que, una de las premisas de éste movimiento es el equilibrio entre belleza exterior y belleza interior; no sólo conviene lograr belleza exteriormente, sino que también y simultáneamente se debe ir en búsqueda del equilibrio y la belleza interior. Y esto encaja perfectamente con lo que la protagonista retrata: todos la adoran y envidian porque no solo transmite belleza natural (altamente venerada en el filme y en el movimiento, al contrario de la belleza artificial que es condenada en la película) sino por que también transmite inocencia, bondad y paz entre otras características.
Y a pesar del poco diálogo, la película nos ha dejado frases, que reflejan el mensaje de la película, como:
"Beauty isn’t everything, it’s the only thing".
"Nothing fake, nothing false. A diamond in a sea of glass".
"What’s it feel like, to walk into a room, and it’s like in the middle of winter, you’re the sun?"
"It’s everything".
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